Decisiones si Dios está con nosotros

La actividad de Jesús, desde antes de nacer, estuvo centrada en mostrar que Dios está más cerca del hombre de lo que se puede imaginar. Todas las acciones y palabras de Jesús se encaminaron a mostrar al “Emmanuel”, nombre hebreo que significa: “Dios con nosotros”. Es presente e íntimo, que puede hacer que se tomen decisiones acertadas a favor de la vida y, por tanto, de la realización personal. Vamos a leer el evangelio según san Mateo 1,18-24:

18La generación de Jesucristo fue de esta manera:
Su madre, María, estaba desposada con José y,
antes de empezar a estar juntos ellos,
se encontró encinta por obra del Espíritu Santo.
19Su marido José, como era justo
y no quería ponerla en evidencia,
resolvió repudiarla en secreto.
20Así lo tenía planeado,
cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños
y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer
porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo.
21Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»
22Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta:
23Ved que la virgen concebirá
y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel,
que traducido significa: «Dios con nosotros.»
24Despertado José del sueño,
hizo como el Ángel del Señor le había mandado,
y tomó consigo a su mujer.

1. Decisiones sin que Dios esté presente

Algunas personas, ante las situaciones problemáticas, dejan que sus decisiones las tome el miedo a los comentarios y las represalias de otros, o que decreten sobre su vida el tiempo, la enfermedad y la pobreza, aún las falsas o insuficientes imágenes de dios. Al final, cuando las consecuencias son desafortunadas, esas personas buscan culpables, atacan coma animales heridos y se esclavizan a sus rencores y recuerdos dolorosos.

Así lo tenía planeado José, el padre adoptivo de Jesús, como lo narra el evangelio de Mateo (en 1,18-19). José es presentado con una cualidad valiosa: “era justo”, según el cumplimiento de la Ley judía, sin embargo, ante el embarazo de su prometida en matrimonio aparece embarazada, toma la decisión de abandonarla, dejarla sola, a su suerte y a expensas de los comentarios malintencionados de la gente, que puede llegar a opinar que José no asume su responsabilidad como padre y da la espalda a su vida como esposo. Es una decisión sin Dios y un plan sin reconocer las acciones divinas.

En ocasiones, tomas decisiones sin discernir la voluntad divina y, cuando las consecuencias no son las deseadas, entonces buscas culpables y tachas de indiferente a Dios, te alejas de toda manifestación religiosa y argumentas que Dios no cumple con tu querer. Reflexiona, no tomas decisiones a favor de la vida y la realización personal y cuando la naturaleza cumple su función, te lanzas contra Dios.

¿En quién te apoyas para tomar tus decisiones? ¿Tienes en cuenta que aquello que se siembra se cosecha? Es hora de consultar al dueño de la Vida para tomar decisiones que vayan a favor de la naturaleza y, por tanto, que arrojen consecuencias maravillosas que te hagan crecer y proyectarte en la vida.

2. La intervención divina

En los momentos cruciales, es cuando se necesita pedir el apoyo que no se mueva, que no cambie. Ese apoyo divino viene a través de la llamada: revelación. Dios viene a favor del ser humano para sacarlo adelante y hacerlo crecer, esa intervención divina es el “momentum”, también llamado “kairós”, porque es como una iluminación que llega a la mente de la persona para ayudarlo a tomar decisiones asertivas con buenas consecuencias.

Por tal motivo, cuando José planeaba poner en acción su plan de abandono a su novia embarazada, viene la intervención divina en forma de sueño, según narra Mateo (en 1,20-23). El “momentum” era oportuno y podía cambiar la vida de José, de María, del niño Jesús y, sorprendentemente, de toda la humanidad. Una decisión que afecta a muchas personas debe ser tomada con responsabilidad. José debe tomar la decisión de seguir con María y acompañar a Jesús con los siguientes criterios de discernimiento: sin miedo, reconociendo que todo es dirigido por el Espíritu Santo, con la disposición de poner el nombre y, por tanto, de responsabilizase como si fuera su propio hijo. Todo saldrá a la luz cuando se reconozca que la actividad de Jesús es para mostrar que Dios está con nosotros, no nos abandona y nunca lo hará, porque el Creador ha empeñado su palabra a través del profeta Isaías (en 7,14), para mostrar la gran bendición de la salvación del pecado y de la muerte que trae el hijo de Dios.

3. Nuevas decisiones a partir de la revelación divina

Siguiendo a José, después de despertar del sueño (Mt 1,24), se pone en acción, la decisión está tomada, lo que debe hacer está más claro, las consecuencias están medidas, así que decreta que toma a María como su mujer, se hace responsable del hijo y avanza para ver la presencia divina en forma humana.

Aprovechar el “momentum” para tomar las decisiones correctas, distinguir la intervención divina y tener la visión oportuna, hace que hombres comunes se conviertan en personas que marcan huellas en el gran telón de la historia, afectan positivamente a muchos y por eso su memoria permanece con el tiempo.

Debes tomar decisiones, pensando en las consecuencias, para que se acerquen a ti las personas que te ayudarán a alcanzar las metas y para sembrar buenas semillas que conduzcan a tener cosechas agradables. Porque Dios no va en contra de la naturaleza sino a su favor. Sigue adelante y aprovecha el “momentum” en que Dios interviene para llevarte más lejos de lo que puedas pensar.


Manuel Tenjo Cogollo
Magíster en Teología. Director de ESCALAR

Compartir
Entradas relacionadas
Deja un comentario

Tu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados *